No hace falta recordar que realizar cualquier práctica deportiva aporta innumerables ventajas a tu salud. Aparte de tonificar los músculos y las articulaciones, y reforzar el sistema inmunológico y cardiovascular, el ejercicio físico también te puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo.
Practicar una actividad física procura un sentimiento de éxtasis, de ligereza, de potencia Este estado de bienestar que sigue al entrenamiento es posible gracias a la endorfina. Descubiertas en 1975, las endorfinas son consideradas como «opioides» puesto que su acción es similar a la del opio o de la morfina. Verdaderas drogas naturales, hacen que los deportistas se sientan bien, serenos.
Las endorfinas son moléculas liberadas por el cerebro, particularmente por el hipotálamos y la hipófisis. La actividad que libera más endorfinas es sin duda el deporte, y su efecto dura varias horas después del esfuerzo.
Se trata de una morfina natural producida por nuestro organismo. Una vez segregada, se dispersa en el sistema nervioso central, en los tejidos del organismo y en la sangre. La cantidad de endorfinas producida por nuestro cuerpo depende de la intensidad, de la duración y de la naturaleza de la actividad física. Así, los deportes de fondo son lo que segregan más endorfinas que las demás prácticas: correr, HIIT, bici, natación, esquí de fondo, cardiotraining, aeróbic, step
Para optimizar la liberación de endorfinas, hay que realizar un esfuerzo de unos 30 a 45 minutos sobre un ritmo de fondo confortable, que permita mantener una conversación, a más del 60% de sus capacidades respiratorias. ¡La cantidad de endorfinas liberadas puede alcanzar en este caso 5 veces la del reposo!
¡Placer en estado puro!
Y tú…¿a qué esperas a generar endorfinas?