1.- Crees que un entrenador personal es solo para los famosos: Eso podía ser cierto hace años, pero hoy en día hay muchos entrenadores personales buenos y económicos, que se adaptan a todos los bolsillos.
2.- Piensas que el gimnasio te sale más barato: El gimnasio puede que sea más barato a corto plazo, pero te estás olvidando que un entrenador personal te educa y enseña, por lo que aprendes a entrenar y lograr los objetivos por ti mismo, para el resto de tu vida.
3.- Crees que el gimnasio es el único lugar para ponerte en forma: Lo crees así porque en el gimnasio hay muchas máquinas y materiales, sin embargo, desconoces la capacidad de un entrenador personal para planificar rutinas con el propio peso corporal, y con materiales de casa, o de la misma calle.
4.- Tu problema no es el dinero, es el desconocimiento: Necesitas estar en forma y comer mejor. Un entrenador personal te va a proporcionar rutinas de entrenamiento especificas, individualizadas e intransferibles, que solo tendrás que ejecutar, seguimiento individualizado, aprendizaje para toda la vida y motivación en vena.
5.- Crees que un entrenador personal es como estar en el ejercito: Realmente no hay que hacer grandes esfuerzos y sacrificios. Un buen entrenador personal no te dejará sentir dolor, pasar hambre o sed, ni que te aburras. Un entrenador personal sabe que la clave del éxito es la constancia, y para ello, la motivación es vital para lograr los objetivos propuestos.
6.- Te acostumbras al dolor, ya que piensas que es normal: No te puedes acostumbrar a vivir con dolores, falta de energía o vitalidad. Un entrenador personal te puede ayudar a combatir esos malestares.
7.- No le das suficiente importancia a tu salud: ya sea por desconocimiento o por que tienes otras prioridades. No te has parado a pensar que tu salud de hoy, será tu salud del futuro.